Hace poco más de un año, entre Agosto y Septiembre para ser exactos, conocí a 8 personas que cambiaron mi vida. Estas ocho personas me demostraron que los sueños se pueden cumplir cuando son compartidos y nos esforzamos por ellos.
Hubieron algunas cosas que nos les dije antes de que nos separaramos, antes de que dejaramos de ser lo que fuimos (si es que alguna vez permanecemos siendo lo que somos), y es por ellos que les dedico esta entrada, aunque nunca lo lean y aunque lo mejor sea, tal vez, que nunca lo lean. Paul, Ximena, Sandy, Gaba, Sergio, Mariana, Carlos e Isis, los ocho fueron grandes amigos, aunque siempre me compenetré más con Gaba, Sandy, Carlos y Sergio.
Llegaron a mí de repente, como llega lo mejor y de repente los perdí.
Los conocí por que Paul tenía un proyecto para llevar a cabo en la prepa sobre el 68, llevaba planeándolo mucho tiempo, pero sin querer esperó para realizarlo hasta que estuvo en 6to de prepa y nos conoció. Juntos fuimos muchas veces al museo del 68 que está en Tlatelolco y poco a poco nos fuimos uniendo. Después se nos ocurrieron otros proyectos, pero de los pocos que llevamos a cabo, el 2do más importante fue ir a un internado infantil a hacer algunas actividades. Esa tarde aprendí lo que no había vivido nunca, más que lo que aprendes en las películas, era enfrentarme a la vida real.
Sin embargo, lo nuestro iba más allá que hacer proyectos y sentirnos bien por que lográbamos lo que queríamos, en verdad nos volvimos amigos, o eso creo hasta ahora.
Ellos eran en los amigos que siempre desee tener, y alguna vez se los dije, más no pude evitar que sonara como una cursilería ebria y absurda. Creo que esas son de las cosas que uno sabe y que debe guardarse como un preciado secreto, por que así está mejor, no hay necesidad de decirlo y en ese momento no la había.
Pero como lamento nunca haber encontrado el momento de decirles cuánto pensaba en ellos con "We only come out at night" de los Smashing Pumpkins, si, siempre ando dedicando canciones; y en especial esa retrataba todo lo que sentía hacia ellos. "And once again, you'll pretend to know, that there's an end, that there's an end to this begin". Si, Billy Corgan tenía razón y tardé mucho para darme cuenta, por que así como llegaron un día los perdí.
Me separé casi por completo de Mariana, de Paul y de Ximena cuando salimos de la prepa para pasar a la universidad. Carlos no pudo salir inmediatamente de la prepa, aunque yo sabía que lo merecía, por lo que aún no entra a la universidad de forma regular y sólo lo veo de vez en cuando. A Sergio lo seguí frecuentando varios meses después de entrar a la facultad, por que él junto con Isis, Gaba y Sandra, nos quedamos en la misma; pero un malentendido entre los dos demostró que no podía seguir viéndome y menos como amigo. A Isis la veo poco, sólo cuando se me cruza en algún pasillo; a Gaba y a Sandra son a las que más me he aferrado, entro a unas clases con ellas, sin embargo ya nada es lo mismo; perdimos el espiritú que una vez nos caracterizó.
Ahora estamos demasiado ocupados para pensar en idealismos. Y Gaba y Sandra también se me escapan de las manos al igual que los demás, ya no tengo más que días fríos junto a ellas, creo que son las que más me duelen.
Ni modo, nada dura para siempre, no sé si en verdad son tan amigos como los creo o como los creí, no sé si el perderlos tan pronto signifique algo, ni si sirva de algo hacerles la pregunta idiota de el por qué a veces surge el frío. En primera entiendo a Sandra pues pasa por momentos difíciles, pero en Gaba algo cambió y en segunda, sus razones tendrán y ya he dicho antes que a veces no hay necesidad de decirlo todo. Gaba! Nunca actuamos en el metro, nunca me disfracé contigo de los mimos de "Noviembre" y supongo que nunca iremos a áquel McDonald's enorme de Satélite en el que jugaríamos como niñas chiquitas con Sergio. Lástima, por que el día que esa pregunta sea explícita, será el día en que me despida de ti, y así simbólicamente me despida de todos y los deje ir.
Ni modo, Billy Corgan tenia razón, y el final ya alcanzó a nuestro comienzo. Tan efímero, tan sútil, tan radiante e ingenuo como cualquier grupo de niños que no conciben que lo que empieza termina.
Esperen, tal vez yo fui la única niña que idealistamente aún no puede concebir que el tiempo arrasa con todo...
