viernes, 12 de agosto de 2011

Crónica de un Boceto (2a p.)

No sabe cómo explicar que súbitamente todo esté bien. No importa que tipo de contacto tenga con. Él, siempre logra que se desvanezca lo que sea que la moleste, ya sean sus innumerables dudas o sus celos sin sentido, le basta saber que. Él ríe, y que ríe despreocupadamente para que todo se desvanezca. Y es que ella siente que vuela cuando se abraza a su espalda. Y en verdad es así. El inconfundible vértigo en sus tripas no puede ser por otra cosa: Ella vuela. No importa donde se encuentre, siempre y cuando esté aferrada a su cuerpo, aún tierno, aún inmaduro; y su cara entra en contacto con las nubes, casi que puede sentir que se las unta, como si fueran crema.
Tampoco sabe como actuar, él ha decidido intentarlo, ir ahí, con ella y tratar de salvar lo que carajos sea que han construido en todo este tiempo y que una vez más él ve desvanecerse ante sus ojos. Va y le dice todo lo que encuentra en ella, todo lo que ve, la desnuda con palabras. Ella se atraganta. Mientras él ya no tiene nada que no sea su impotencia. Y comienza a darse cuenta de lo solo que siempre ha estado junto a ella. De lo lastimado que siempre ha estado junto a ella. Ella simplemente no tiene nada que decir, ni siquiera en defensa propia.
Pero con. Él, como siempre, todo cambia. Es capaz de cometer cualquier locura y lo que es peor: No permitir arrepentirse después, lo que nunca se permitió hacer, lo hace sólo para. Él y tal vez por eso se siente renovada, por primera vez en su vida le hacen ver que es joven, que sigue siendo joven y que no tiene por que ceder ante las presiones que tratan de convencerla de que no es así. Por primera vez quiere vivir en toda la expresión de la palabra y quiere vivir lo que sea, siempre y cuando esté con. Él. Y ella quiere curarlo, quitarle toda su depresión y su ansiedad, y absorberla con un beso.

Quiere convertirse en lo que sea que. Él necesite por que. Él es lo que ella quiere y necesita.

jueves, 28 de julio de 2011

Crónica de un Boceto (1a p.)

... Y ahí va ella otra vez. Tan madura y tan niña a la vez. Tan enamorada y perdida, tan racional y moralina. Hay algo que se le pueda hacer?
Llega y lo mira. Pacífico, sereno, con esa sonrisa y esa mirada, esa mirada. A veces la descubre empañada por un ligero enojo, un resentimiento de corazón dolido, se da cuenta de que él siempre trata de disfrazarla. La quiere disfrazar, pero ella lo nota, nota cuánto lo desconcierta, sabe bien los subes y bajas por los que lo ha hecho pasar. Pero ahora, justo en este instante, su mirada no guarda ningún rencor, él siempre termina olvidando, perdonando. No, carajo, no debería hacerlo, no debería perdonar, piensa ella; por que ahora esa mirada está colmada de algo... algo espeso y emplagoso y traslúcido a la vez, algo que la acaricia sin tocarla, algo que ella no puede devolver. Para poderle corresponder, tendría que imáginarselo a él, fingir que es a él a quien tiene enfrente. Para más él, prefiere lavarse los pies de sospecha.
Él en cambio, está siempre en un estado de alteración tranquila, como si fuera parte de las olas de un mar que no cesan, pero que arrullan, tranquilizan lejos de inquietar. Él tiene ese efecto en ella: el efecto de transformarlo todo, de convertir su mundo de inseguridades y confusiones en la más clara respuesta, en la más clara de las resoluciones: Él. Y vuelve a preguntarle por qué tardo tanto y. Él vuelve a responderle que no lo sabe. Y observa sus ojos como nunca observó los de nadie antes, y le parece que son lo más real que ha visto, le parece como si... pudiera tocar su alma. Y. Él. Con esa sonrisa de oreja a oreja que la vuelve feliz. -Me agrada cuando sonries así-  -Yo siempre estoy sonriendo- Pero ella sabe bien que no es así, y es que sin que. Él se diera cuenta ella ya ha memorizado cada mínimo detalle y sabe distinguir perfectamente entre cada una de sus sonrisas: La sonrisa de cuando ríe, la de cuando cuenta algo gracioso, la de cuando algo le agrada, la de cuando está nervioso, la de cuando se siente avergonzado, y áquella... la sonrisa que hace que todas sus facciones se inclinen en reverencia, la que va de un extremo a otro, áquella es la sonrisa con la que la mira cada que ella está más cerca de lo que debiera, una sonrisa cómplice, casi de complacencia.
Es extraña la sensación que la envuelve cuando se ve orillada a verlo, como si fuera un gran amigo al cual quiere ayudar, como si fuera ese amigo que tanto la ha ayudado; después de todo fue él quién la ayudó a cruzar el puente; pero no puede ya sentir más. Incluso la llevó en su espalda para que ella no caminara, así lo soñó él y así fue en realidad. Y la lastima cuando le dice: -Ahora sé que vine aquí sólo por ti- Ella sabe que no puede ser así, lo sabe, porque no hay nada demasiado grande que ella pueda ofrecerle, mientras que él ya le ha ofrecido su vida entera, ya no hay nada que no le haya dado a ella, nada que él no hiciera por ella. Y es que él ya se ha acostumbrado a planear rozando la tierra, a volar tan bajo... con las sobras de la mediocridad de unos besos a medias que no le pertenecen más. Saboreándo nada que sea real. Lo único real es el remordimiento en la saliva de ella, ella que ya no sabe a quien le debe fidelidad, si a su corazón o a su moral. Si al deber-ser o a lo que ella bien sabe que desde hace mucho tiempo es. Si a lo que está establecido, si a lo fijo o si a áquello que lo vino a desfondar. Si al peso o a la levedad. Como si aún pudiera aferrarse a sus fantasmas compartidos. O a algo que hubiese escapado al poder del mar.

Sí. Ahí va ella otra vez. A debatirse entre un Sol que la ilumina, que la irradia; y una Luna que ya ni siquiera amenaza con eclipsarla.

domingo, 8 de mayo de 2011

One dog's love.

Olvidé cómo comenzar a escribir. Es decir, venía en el camino, en mi coche hace unos instantes y venía escuchando esta canción que -carajo!- curiosamente parece saber cuando necesito escucharla, y pensé, palabra por palabra, en lo que necesitaba escribir. Pero bueno ya dije que olvidé el inicio así que me inventaré otro.
Bueno, no escribo muy seguido aquí, pero cuando lo hago me gusta creer que me desahogo. Sip, largo y tendido, como una buena plática con Ale, aún cuando a ella también le hace falta desahogarse normalmente, así que creo que al final ambas nos quedamos con ganas de seguir platicando y el tiempo nunca nos es suficiente.
God! I miss Ale. Sometimes I feel there's been a long time since I last saw her, I mean really saw her, been with her. How much time have I been lost? Sometimes I feel my last time with her was that day we went to the movies and somehow we ended up watching "August Rush". Yep. It feels like I've been lost since then.
I miss those days too. When I used to hang out with Alexa, in the mall or anywhere, before we were stucked up in parties, and parties, and more parties. Before that fucked us up. When did we start to change?Or it's best to say, why couldn't we stop changing?
Y sí, es que como dice esta bendita canción, a veces me pierdo a mí misma, envuelta en los placeres del mundo, pero desde hace cuanto? No puedo recordar. Tal vez, muy dentro de mí sé que aún no estoy lista. Y aún así, me alegro demasiado por que sé que cuando vuelva mis amigos estarán ahí todavía, en aquella vieja casa, no sé si esperandome a mí, o esperando algo más que los salve, por que al final todos esperamos ser salvados, todos; sólo se que llegaré a tiempo, tengo que llegar a tiempo, por que saben? El amor puede durar para siempre. Nosotros podemos hacerlo durar para siempre. Billy Corgan.
Anywayz, ahora que recuerdo, hay una razón para el título de esta entrada.
Fui a ver Water for Elephants y ah! Ni que decir, no me gustó. No sé si fue que me parece, el libro daba para más (y eso que ni lo he leído, por eso digo "me parece"), o el que la actuación de Pattinson fue, para mi gusto, mediocre (es decir le creía las escenas, pero sus ojos anegados en lágrimas no me hacían sentir ni un carajo) o si finalmente fue que no tenía el stimmung adecuado, en fin.
Lo que sí, es que me dejó una buena lección. Y esa lección es la que me hace inferir, que en el fondo, había una buena novela que no supo ser aprovechada.
Llegué, y después de desamarrar a mi perro (estaba castigado por tirar la ropa) y abrirle la puerta, salió disparado a correr a la calle. Recordé que días antes le pegué (por tirar, como siempre, la ropa) y después de ver la película, sí, me sentí mal.
Le serví agua en su batea y mi perro pareció escuchar, por que ya estaba rascando la puerta para que lo dejara entrar (mi perro es educado, pero no tanto como para meterse a la casa por su propia voluntad). Después de entrar y beber agua, mi perro se lanzó sobre mí y me lamió. Él ya había olvidado que le pegué hace unos días y también que lo había dejado amarrado desde en la mañana. Lo había olvidado todo!
Y yo claro, recordé que olvidé que si él quisiera, podría defenderse a mordidas. Lo hace? No.
El amor, ya lo decía- y me duele de sobremanera pronunciar a la autora de la siguiente cita- Stephnie Meyer, es darles a los otros el poder de destruirte.
Ahí está!





sábado, 26 de febrero de 2011

I can't stop----

Y no dejo de repetirla...

Pero de verdad, de verdad que ya estoy mejor. Creo que la escuché tanto que ya me acostumbré y ha dejado de doler...


Fue Viernes de películas con Anuar y eso, me parece, resultó ser, sorprendentemente, la mejor medicina. : D

miércoles, 23 de febrero de 2011

Falling away with you

Estoy en un momento en el que mirar la luz del sol corta mis pupilas, y siempre he dicho que mirar el intenso aterdecer de cada día es doloroso y es un dolor que se paga ante tanta belleza, pero en este momento, la luz en mis pupilas me duele más de lo normal.
Sí, creo en definitiva que cuando sufres es por que quieres, me pregunto por que súbitamente me volví entonces masoquista.
Me duele la música y lo que leo. Me duele escuchar Muse, aunque bueno, esto último me parece que es normal dentro de lo que cabe. Me duele imaginar y me duele más ver mis sueños enterrados, áquello que no voy a volver a ser.
Me duele todo eso que me recuerda a un tiempo lejano donde estaba él. Y no sé si recordarlo y enfrentarme a ello o dejar de darle vueltas al asunto por que yo estaba ciegamente convencida de que ya lo había dejado atrás.


All of the love we left behind
watching the flash backs intertwine
memories I will never find
so I'll love whatever you become
and forget the reckless things we've done
I think our lives have just begun 


Definitivamente ya no lo veo ni tantito en mi futuro; tal vez, simplemente, a veces... pasa. Tal vez esto ya ni tenga que ver con él...
Qué me recuerda lo que leo y qué me recuerda lo que escucho? A qué me recuerda lo que veo? No sé. No quiero averiguarlo.

Memories I will never find
Memories I will never find