sábado, 25 de septiembre de 2010

"Con agüita del mar andaluz quise yo enamorarte, pero tú no querías más amor que el del Río de la Plata..."

Y me dijiste todo lo que no quería escuchar.
"Eres la veintíunica amiga que tengo"
Y me callé lo único que quería decirte
"Amiga? En realidad? Amiga?"
De algún modo ya lo sabía
No se por que le hago caso y regreso y vuelvo a intentarlo.
Si tú ya estas perdido, ante mí lo estás, apareces ahí, tan sin rostro, tan sin cuerpo.
Mejor dejar que te coman los gusanos, que arranquen de tu cuerpo lo que yo no puedo.
Cualquieras, gusanos cualquieras, que sean ellos los que ingieran desperdicios.
Lo que quede de tu cuerpo marchito, marchito de tanto secarse, de ya no entregarse a nadie.
Marchito, apestando a miedo, a tanto maldito miedo.
Mejor apestar a miedo.
Mejor a miedo que a esperanza.
Maldita sea la esperanza.
Y a ella, a ella no la dejo de ver en tu espalda.
Tatúada aparentado decirme "Ven" y al correr tus pasos, darme cuenta de que omití un "No" y un "-gas"
No. Yo no te culpo. No tendría cara para hacerlo. No te reprocho si quiera.
He estado en tu lugar y ya me han reprochado bastante. Ya se han desgarrado bastante. No pienso cometer dicho error. Y ya me he disculpado y ya te has tú disculpado sin que yo si quiera te lo pidiera.
Sólo quisiera sacar eso que tienes tan escondido y que aveces aparentas no saber que lo tienes ni tú.
Ni modo. Ya que lo hagan los gusanos.
Si no soy yo. Si no vas a ser tú.
Aquí acaba la procesión mi "Amigo". Mi procesión.

"...te quedaba tan bien, esa boina calada al estilo del Ché... te morías por volver con la frente marchita cantaba Gardel... y no volví más... y no volví más..."

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